Por Lissa Caamano
J Balvin suele ser muy reservado con su vida privada y por tal motivo, solo se saben cuestiones muy puntuales. Sin ir más lejos, en el último tiempo, ha tratado de preservar al máximo posible su nueva vida familiar, la llegada de su primogénito y la relación con su esposa. Sin embargo, hay otros detalles de su historia que salieron a la luz y que son difíciles de seguir ocultando a pesar de que sean traumas muy dolorosos para él.
Hace algún tiempo atrás, el creador de “Colores” brindó una entrevista muy extensa a al youtuber puertorriqueño Chente Ydrach donde dio detalles de lo que fue un viaje de intercambio a Estados Unidos y se terminó convirtiendo en un trago amargo, ya que terminó siendo secuestrado por la mujer que lo recibió en su propiedad.
“Fui a Oklahoma, a la casa de la directora del colegio y la persona que me aceptó como su inquilino. Yo siento que lo que hubo ahí fue un cariño descontrolado de una madre a un hijo. Yo creo que ella sintió un cariño muy especial y pensó: este hijo no se me va de acá “, sostuvo el colombiano en relación al vínculo que estableció con la anfitriona.
Con el correr de los días J Balvin se fue dando cuenta que no tenía el pasaporte, que no tenía alguno de sus papeles más importantes y que tampoco recibía llamadas por parte de su entorno más cercano. Sin mediar palabra, decidió llamar a un amigo y combinar para que este lo ayude a escapar y retomar su vida. Así fue como pudo irse de ese lugar y seguir con sus planes durante un tiempo en Nueva York aunque algo perturbado por lo que le había tocado vivir.
09/01/2025
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