Por Romina Alvarez
El actor Mario Cimarro, recordado por su papel de Juan Reyes en la novela Pasión de Gavilanes, habría dejado en claro que las bromas no serían lo de él, luego de que en reiteradas oportunidades su imponente carácter le hiciera tener problemas con varias de sus compañeras de escenas, haciendo insostenible poder grabar con el artista.
Sarcástico, irónico y hasta patán, son algunas de las palabras que han utilizado las actrices que han tenido el desafortunado encuentro con el artista cubano, quien solo se habría llevado bien con la actriz Danna García, con quien protagonizó la referida producción, de la que se hizo una segunda parte.
Pero tal parece que la mayoría de sus compañeras de set no han corrido con la misma suerte, lo que habría dejado un amargo sinsabor en el artista. Y es que una actriz llamada Rosalinda Rodríguez, con quien grabó “El cuerpo del deseo”, aseguró que haber trabajado con Mario, fue una de las experiencias más horribles, luego que el artista, quien recientemente se convirtió en padre a sus 51 años, le habría echado un parado, cuando esta intentó hacerle una broma fuera del set de grabación.
Y a pesar de que muchos se lo tomarían como tal, para Cimarro, no habría representado ninguna gracia, saber que la actriz lo habria llamado esposo. En ese momento Mario se encontraba casado con la venezolana Natalia Streignard y aunque él lo hizo con la intención de que las cosas no se malinterpretaran, a la mujer le habría caído como balde de agua fría a tal punto que se puso a llorar, de lo mal que la trató.
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