El dilema detrás de los personajes de Yo soy Betty, la fea que pronosticaría el fin de su retransmisión.

Al César lo que es del César. A la novela Yo soy Betty, la fea no se le puede quitar el éxito que alcanzó desde el primer día de su estreno oficial, un 25 de octubre de 1999. El libreto de Fernando Gaitán dio en el clavo al contar la historia de Beatriz Pinzón; una mujer desalineada pero inteligente que se enamoró de su jefe, Armando Mendoza, dueño de Ecomoda. Después de varias humillaciones y mentiras ambos se casaron y tuvieron una hija llamada Camila. Sin embargo, muchos televidentes, pese a la gran fama de la tira, le tienen un par de críticas.

¿El motivo? Detrás de las 28 adaptaciones que, además de Colombia, pasaron por México, Polonia, La India y Vietnam; sus 30 doblajes en otros idiomas así como la retransmisión en 190 países, ocultan detalles que no a todos los espectadores les agradan. Por ejemplo, algunos de sus personajes más emblemáticos son clasistas, racistas, homofóbicos y hasta profesaban estereotipos de género.

Incluso, una de las escenas que los usuarios en Twitter una vez cancelaron, según el medio Perú 21, fue cuando Armando Mendoza (Jorge Enrique Abello) maltrató a Patricia Fernandez (Lorna Cepeda) tanto física como verbalmente, así que esto bastó para que los fanáticos se enfadaran y pidieran el cese de las retrasmisiones tanto en los canales nacionales como RCN Televisión al igual que en las plataformas de streaming. Pues, vale destacar que en Netflix la novela de Yo soy Betty, la fea se ubica en el Top 10 de las preferencias de los usuarios.

La otra cara de la moneda de Yo soy Betty, la fea

Sin embargo, el melodrama protagonizado por Beatriz Pinzón (Ana María Orozco) significa para otros una historia de superación, de lucha y de reivindicación de la mujer. Y para muestra un botón: Betty, la fea al final logró superar las barreras y pudo conquistar el amor y ser la representante de una importante empresa como lo fue Ecomoda.  

Por ejemplo, Lorna Cepeda aseguró que el caso de Betty, la fea con Don Armando no era algo descabellado o machista. A su juicio, era una pequeña muestra de las situaciones que pasaban en la realidad con las mujeres que eran consideradas feas y que tenían que soportar muchos desplantes. Contrario a lo que enfrentaban las chicas bonitas que siempre estaban recibiendo halagos. Finalmente, Natalia Ramírez (Marcela Valencia) mostró su compromiso con este proyecto al reunir en el año 2017 al elenco para la nueva versión de Yo soy Betty, la fea en teatro y darle una nueva cara a este melodrama.