Por Romina Alvarez
El imitador ganador de la octava temporada de 'Yo me llamo', 'Camilo Sesto', es de los que mantiene su esencia a pesar de que haberse hecho acreedor de los 500 millones de pesos. Para él, trabajar en sí mismo, se ha vuelto esencial, con la finalidad de que la fama "no se le suba a la cabeza". En este sentido, el carisma y cariño que transmite tanto en escena como fuera de ella, le ha hecho merecedor del cariño de sus seguidores, quienes llenan su cuenta en Instagram de piropos y halagos.
Asimismo, el émulo del cantante de origen español, ha podido disfrutar la fama que se encuentra teniendo, debido a la similitud que posee con el original, así como también por el derroche de sensualidad que hacen que las fanáticas suspiren con solo pensarlo. La sonrisa y la cara angelical que posee el 'doble perfecto' de Camilo Sesto es una de las cosas que más gustan a sus seguidoras.
Sin embargo, su aferro a "Dios", le ha permitido crecer espiritualmente, y es que el imitador es uno de los pocos que se han visto practicar "un ritual", antes de subir al escenario, con la finalidad de que la presentación que esté a punto de realizar salga "perfecta". Y tal como le enseñaron sus padres, se encomienda, persigna y arrodilla, pidiéndole a "Dios" que le acompañe.
Así lo demostró a través de un video que subió a su cuenta en la red social de Instagram, donde acumula la cantidad de 72 mil seguidores y en el que agradeció, como siempre, a sus seguidores, ya que sin ellos,a segura no estuviera viviendo el sueño de convertirse en un reconocido cantante.
El nuevo reto que asumirá Camilo Sesto de 'Yo me llamo' y no es en la música
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